A mi madre
No las grandes verdades yo te pregunto,
que no las contestarías; solamente investigo
Si cuando me gestaste, fue la luna testigo,
Por los oscuros patios en flor, paseándose.
Y si, cuando en tu seno de fervores latinos,
yo, escuchando dormía, un ronco mar sonoro
Te adormeció las noches, y miraste, en el oro
Del crepúsculo, hundirse los pájaros marinos.
Porque mi alma es toda fantástica, viajera,
y la envuelve una nube de locura ligera
cuando la luna nueva sube al cielo azulino.
Y me gusta, si el mar abre sus fuertes pebeteros.
Arrullada en un claro cantar de marinero
Mirar las grandes aves que pasan sin destino
Alfonsina Storni
Madrecita mía,
madrecita tierna,
dejame decirte
dulzuras extremas.
Es tuyo mi cuerpo
que juntaste en ramo
deja revolverlo
sobre tu regazo..
Juega tu a ser hoja
y yo a ser rocío,
y en tus brazos locos
tenme suspendido..
Madrecita mía,
todito mi mundo,
dejame decirte
los cariños sumos...
Gabriela Mistral